Todas las especies de lechuga contienen lactupicrina en menor o mayor proporción, así como también sales minerales, glucoquininas y aceite volátil.
En las hojas se presenta el hierro y las Vitaminas. B1, B6 y C, además de la provitamina A.
La lechuga es efectiva contra las palpitaciones, las crisis de tos y para regular las funciones digestivas.
Es un hipnótico suave y anafrodisíaca.
Se recomienda su ingestión en los niños, para calmar su excitación nerviosa y la tos, contra las pesadillas y la tos ferina.
Produce también buenos resultados en la retención de orina y resuelve las inflamaciones dolorosas del hígado, vesícula e intestinos.
Se ha comprobado que es capaz de reducir en más de un 30% la glicemia en los diabéticos, teniendo en cuenta sus virtudes, resulta preferible consumirla cruda o cocida en la cena con objeto de favorecer el descanso nocturno y facilitar la evacuación del bolo intestinal a la mañana siguiente.
La decocción se prepara con 80 grs. de hojas por litro de agua.
Las cataplasmas calientes de hojas cocidas, resuelven los forúnculos y panadizos. La decocción de semillas, a razón de una cucharadita de café por taza de agua, es excelente para bañar los ojos inflamados.
Indicaciones: palpitaciones, accesos de tos, desarreglos del aparato digestivo, insomnio excitación nerviosa, digestiones pesadas, retención de orina, inflamación de hígado, vejiga e intestinos, diabetes.
Dosis: decocción un litro a lo largo de las 24 horas.
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