La Stevia es una planta de la cual se viene escuchando hablar desde hace un tiempo ya: originaria de Paraguay (en Sudamérica) tiene la particularidad de endulzar, sin engordar.
También conocida por los autóctonos del país como Hierba Dulce, Ka-á he-é o Caá-jhe-é, es una planta con una capacidad de endulzar hasta 15 veces superior al azúcar -además, su dulzor es más duradero-.
Pero aún más, también se le atribuyen propiedades beneficiosas para la salud: ha revelado propiedades para controlar los niveles de glucosa, ciertos efectos vasodilatadores y propiedades antibióticas.
La Stevia rebaudiana -su nombre completo- endulza hasta quince veces más que el azúcar común gracias a su compuesto glucósico, llamado esteviosida (glucosa y rebaudiosida), y, lo más importante, es que su nivel calórico es mucho menor.
Ideal para dietas de adelgazamiento, la stevia puede utilizarse con frutas o en otras preparaciones dulces -frías o calientes, ya que su poder endulzante se mantiene también a altas temperaturas-, las cuales no sólo quedarán muy sabrosas sino que también aportarán pocas calorías.
Pero además, hay evidencia que sugiere que los componentes de esta planta favorecen el equilibrio del nivel de azúcar en sangre: se considera potente antihiperglicémico, ya que estimula la secreción de insulina. De aquí que pueda ser consumida sin inconveniente por las personas diabéticas.
Otra de las ventajas de la Stevia es su poder endulzante concentrado y que rinde: una cuchara y media de la planta ó 1/4 cucharadita de polvo -así puede adquirirse hoy en día- equivale a una taza pequeña de azúcar.
Finalmente, vale mencionar que también hay estudios que destacan sus propiedades antibióticas y sus efectos vasodilatadores: se ha encontrado que previene contra el hongo Candida Albicans (provoca candidiasis), contra las bacterias como la Echerichia Coli, Corynebacterium difteriae, stafilococos aureus, entre otras, y que ayuda al control de la presión arterial.
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