Se dice que una persona feliz es aquella que encuentra más razones para sonreír que para estar triste y no es que la vida sea mejor o peor para ella, es que aprende a vivirla y a sentirla de distinta manera.
A lo largo de los días nos enfrentamos a mucho estrés, ya sea en el trabajo, por cuestiones económicas ya que estamos en una etapa muy poco agraciada, puede deberse a las relaciones de pareja o con la familia, los estudios, los amigos… Nuestras vidas están rodeadas de factores estresantes si así dejamos que lo sean.
Todas estas actividades pueden influir en nuestro crecimiento como personas y en el desarrollo de las actividades diarias sino sabemos afrontarlas de la manera adecuada.
Muchas personas que sufren depresión, frustración, derrotismo, ansiedad, estrés o que abandonan un proyecto antes de empezarlo, se debe a que ven la vida desde una perspectiva pesimista y sienten una fuerte responsabilidad de lo que pasa a su alrededor.
Algo que tenemos que aceptar y que nos ayudará a perder mucha tensión, es que no somos responsables de lo que pasa en el mundo. A veces las cosas ocurren porque tienen que ocurrir y los fracasos son un aprendizaje más en nuestra vida, perder o ganar es una dualidad en la que muchos ven el objetivo de sus vidas, pero la vida es mucho más.
Intenta ver la vida desde otra perspectiva, libérate de las cargas y responsabilidades que no dependen de ti, sé libre para ser tú mismo y encontrarás la paz que necesitas y, por tanto, el equilibrio que ansías.
fuente viviendosanos.com
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