No sólo debes encontrar el tratamiento indicado para tí, sino que además tienes que acompañarlo con una dieta balanceada y un estilo de vida sano, sereno y natural.
Soluciones limpiadoras
Piel normal: Mezcla una taza de leche con tres gotas de aceite de girasol. Aplica con un algodón y retira el excedente. Enjuaga para quitar el resto. Es un excelente desmaquillador.
Piel grasa: Diluye 1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio en 2 cucharadas de agua. Aplicar con un algodón realizando movimientos circulares. Retira con agua.
Piel seca: Aplica con ambas manos una cucharada de aceite de oliva. Realiza masajes circulares. Déjalo absorber y quita el exceso con agua.
Máscaras para piel normal
Deben aplicarse con movimientos rotativos, siguiendo la dirección de los músculos de la cara y siempre hacia arriba.
Para obtener el máximo resultado, es preciso ponerlas sobre la piel limpia y relajarse mientras la mascarilla esté puesta.
De plátano: Prepara un puré y extiéndelo sobre tu rostro con la punta de los dedos.
De papaya: Pélala y haz una mezcla suave con su pulpa. Aplica en la cara y el cuello. No la dejes sobre la piel más de 5 minutos. Esta máscara es ideal para pieles normales y grasosas.
De manzana: Prepara su pulpa manualmente, con el procesador de alimentos o la licuadora. Especialmente beneficiosa para pieles con barros o espinillas.
De pepino: Mezcla su pulpa y aplica. Es especial para piel grasosa o normal.
Limpiadora: Prepara una mezcla de miel y limón. Es excelente para balancear los niveles de sus aceites naturales que la hacen grasosa.
Exfoliante y limpiadora: Mezcla 1/4 taza de avena y una cucharadita de miel. Puedes agregarle 2 cucharadas de yogur sin sabor ni azúcar. Aplica sobre la piel limpia y húmeda. Deja actuar 15 minutos.
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